SOBRE EL ESTIMULO ECONOMICO


JORGE GONZALEZ IZQUIERDO

UNIVERSIDAD DEL PACIFICO.


Los costos de la pandemia del coronavirus sobre la economía peruana se estiman, sobre una base anualizada, entre 12%-15% PBI. Es decir, el costo para la economía es realmente sustancial. Esto impone un gran reto para el diseño de la política económica ya que tendrá que enfrentar un problema con características quizá nunca antes vista. Pero, ¿cómo tendrá que hacerse ese diseño? En lo que sigue intentaré dar una respuesta.
Asumamos primero una situación ideal para después alejarnos de ella y acercarnos a la realidad. Supongamos que estamos creciendo de acuerdo al potencial, digamos, alrededor del 4% anual. En ese momento aparece el coronavirus que obliga a tomar medidas sanitarias como cuarentena total, distanciamiento social, cierre de fronteras y otras, con  efectos devastadores sobre oferta y demanda agregada y repercusiones en el sector financiero. Se tenderá a producir un costo económico de la magnitud arriba señalada que podría ocasionar que  el crecimiento actual de la economía caiga muy por debajo del potencial, digamos, a -3%,  con el consiguiente deterioro del bienestar de la sociedad. Si queremos que ese deterioro  no sea  catastrófico, tendremos que tomar medidas correctivas. Aquí aparece la primera fase de una política económica, la de evitar un efecto IMPACTO del coronavirus. En esta fase la política económica tendrá como objetivo  principal producir ALIVIO en los sectores de población y actividades afectadas, pero un alivio de tipo más humanitario no tanto preocupándose de variables económicas (PBI  por ejemplo); es más un control de daños. La política fiscal procurará solventar las necesidades de alimentación y de otro tipo de la población afectada y contribuir con el banco central a evitar quiebre de empresas y que el crédito al sector privado no se corte. Aquí  podrían  comprometerse  varios puntos del PBI en gasto. Pero una vez superada la cuarentena total y  la  fase de emergencia, surge la pregunta ¿cómo se puede ayudar a que la economía recobre su crecimiento potencial, niveles de empleo, salarios, es decir recupere su normalidad? Porque por un tiempo más habrá cuarentena oficial o de facto en sectores que se consideren riesgosos tipo espectáculos, restaurantes, fronteras, etc.,  y la incertidumbre generada seguirá vigente y quizá se agrave con el inicio de la campaña presidencial y congresal del 2021 a partir de agosto-setiembre, afectando así  el consumo e inversión privada;  y la economía mundial nos condicionará vía caída en los precios de los commodities que exportamos y menores flujos de capitales. Es en este escenario que se necesitará de un segundo tipo de política económica, más convencional, que ESTIMULE el gasto agregado, sobre todo interno, para  impulsar a la economía a recobrar sus condiciones de normalidad, es decir, crecer de acuerdo a su potencial. Esto no será tarea fácil puesto que desde 2014 venimos experimentando déficit de demanda que nos ha hecho crecer debajo del potencial. El gobierno a anunciado un “estímulo” fiscal equivalente al 12%PBI. Considero que ese gasto de 12%PBI deberíamos dividirlo en su componente ALIVIO y su componente ESTÍMULO. No todo es estímulo. Con cálculos preliminares, considero que más del 50% del gasto es para reparación de daños;  el resto deberá gastarse en aquello que tiene un alto efecto multiplicador como la inversión en infraestructura pero cuidando la calidad del gasto.  La política monetaria tendrá que ser más expansiva innovando en los mecanismos para llevarla a cabo ya que una fuerte incertidumbre debilita el mecanismo de la tasa de interés. No hablo de reformas estructurales porque el tiempo de gobierno no da para eso. El 2020-2021 no luce bien.

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